viernes, 30 de noviembre de 2007

el adaptador de novelas I


A veces uno se pregunta: ¿me gustó más la peli o el libro? Por desgracia, casi siempre la respuesta está en el papel, pero no siempre ocurre de tal manera. Hay grandes directores a los que la adaptación cinematográfica se les ha atragantado. Así, un grande como Stanley Kubrick no fue capaz de captar la esencia de la Lolita de Nabokov en su versión de 1962. Se trata de una gran película, pero sin duda no llega a la excelencia de la novela. Otro tropiezo "kubrickiano" fue la adaptación de la novela de Anthony Burgess, La Naranja Mecánica. De nuevo, nos encotramos ante un excelente filme, pero otra vez preferimos la novela a la cinta (también hay que decir que el doblaje al castellano es paupérrimo). Kubrick centró su carrera cinematográfica en la adaptación de novelas, pero la grandeza de sus filmes reside en que se trata de novelas de tercera escritas por novelistas de cuarta categoría. Así, en La Chaqueta Metálica de Gustav Hasford, roza la perfección cinematográfica y supera claramente al original escrito. Otros éxitos de adaptación son Barry Lyndon, El Resplandor (o como hacer una obra maestra de un bodrio de Stephen King), Espartaco y sobre todo Dr. Strangelove or: How I learned to stop worryng and love the bomb (traducida inexplicablemente al castellano como Teléfono rojo? volamos hacia Moscú) y Senderos de Gloria.
Entonces, queda pues, que Kubrick, siendo uno de los más grandes directores de la historia, fue un gran adaptador de novelas, pero de novelas mediocres que a pesar de ello, convirtió en obras maestras. Kubrick era un genio, pero le venían grandes las buenas novelas, ¿por qué?, quizá porque uno disfruta más de la lectura de una buena obra que visionando su adaptación.
Y es que al leer evocamos, creamos una pequeña adaptación cinematográfica mental, dificilmente superable por una adaptación real. Si el proceso lo hacemos al revés, es decir, vemos la película y después leemos la novela, el resultado será bien distinto, porque al leer, en vez de evocar imagenes propias, evocaremos la película.

No hay comentarios: